martes, 30 de junio de 2009

Martes 9 de junio de 2009

RELATORÍA de Aurea Cadillo con los aportes de todos (as)

Acerca de los acontecimientos en Bagua - Amazonas

Los comentarios y reflexiones se inician leyendo tres artículos de diferentes investigadores para fomentar el diálogo, se calificó el estado de la situación como un “giro peligroso hacia la inestabilidad de la gobernabilidad”; con un alto riesgo de que los conflictos se radicalicen, tornándose la situación como en Colombia.

Los participantes consideraron que ante la situación del alto riesgo de la gobernabilidad democrática en el país, ante un parcial silencio mostrado por la parte académica y ante una prensa débil y limitada a informar solo detalles sin trascendencia de contenido; era necesario pronunciamientos claros en todas las instancias, en la Universidad e inclusive desde el curso.

Se comentó que entre los comentaristas y especialistas en la materia se observó que no dicen lo necesario acerca de la problemática indígena, algunos incluso opinaban sin conocer la realidad amazónica.

Se comentó sobre el rol de los medios de comunicación que la misión del periodista es informar, sin embargo la labor periodística fue tipificada como pobre, solamente en algunas entrevistas se mostró la diversidad de actores. Se mencionó el programa “Enemigos Íntimos” de Frecuencia Latina donde fueron dados a conocer algunos episodios sobre lo que ocurrido en Bagua. Fue entrevistada una universitaria Awajun quién comentó el permanente abandono del Estado Peruano a los habitantes de la Amazonia, a lo cual el entrevistador le respondió, que con la nueva ley vendría muchas inversiones para hacerles carreteras, postas médicas y escuelas. La universitaria Awajun le contestó que esa labor le correspondía al Estado Peruano y no a las empresas.

Luego apareció una madre de uno de los indígenas fallecidos, gritaba y se expresa en su propio idioma, manifestando escenas de dolor e indignación por la muerte de su hijo. En sus expresiones según se la tradujo acusaba al presidente García, de querer apropiarse de su territorio, agua y recursos naturales para dárselos a las transnacionales.

Se comentó que no se puede tender a la desatención de la problemática indígena, porque aquello implica una reacción, ante la cual el actual gobierno ha mostrado una dura represión y la prensa ha omitido mayor investigación, remitiéndose a retransmitir notas de prensa, lo cual ha generado gran desconcierto en la población que tuvo que acudir a distintos medios para informarse sobre los reales acontecimientos y sus consecuencias, por ejemplo con el número de muertos producidos en ambos lados, en los policías y en los nativos.

El spot publicitado recientemente mostrando con crueldad y poca dignidad la muerte de los policías; y no así la de los nativos; así como las consultas pasadas por algunos periodistas sobre el sentimiento y dolor que pudieran sentir los indígena, ha sido más que elocuente del débil periodismo ejercido por muchos medios.

Se comentó igualmente la indiferencia y silencio de los gobiernos regionales y locales, dejando el vacío frente al cual se preguntó ¿quién pone la agenda?, ¿a quién se le da el espacio para hablar?. Se hace evidente la desarticulación entre los líderes indígenas y las autoridades municipales y regionales.

El problema de fondo se dijo tiene que ver con la limitación de las instituciones, pero también de la política , los políticos o la clase política, de los partidos políticos e inclusive de los académicos que avalan de una manera u otra los procesos de exclusión.

Hay diferentes realidades y cosmovisiones en la población que habita los diferentes territorios, no obstante esto no lo ven los gobernantes. Del mismo modo, salen a relucir la diversidad de identidades de muchos peruanos y sus propios sentidos del nacionalismo. No debería ser necesario salir del país para sentirse peruanos…

La selva y la cultura de sus diferentes grupos étnicos, así como de los grupos awajún-wampis, son casi desconocidas para la mayoría de los peruanos y esta es un desconocimiento compartido también por altas autoridades gubernativas y la gran parte de los congresistas. A este desconocimiento se suma una falta de comunicación e información. La mayoría estaba de acuerdo en sostener que los decretos cuestionados ponen en peligro el sistema de vida y valores de los nativos.

En tanto, el discurso del APRA se dijo es no ver la realidad de los conflictos sociales y menos entender a los grupos indígenas y campesinos; hablar muy técnicamente del asunto en base a las reformas necesarias para los tratados económicos, no ayuda a entender bien el fondo del problema, no hay voluntad política para plantear el discurso intercultural. Al igual que en Andahuaylas, el caso de Bagua podría terminar tomando presos a muchos dirigentes, pero sin solución a la problemática local. Y con relación a los congresistas, es todo un espectáculo lamentable observarlos en su doble discurso, el antes y después de los acontecimientos en Bagua.

De otro lado, reflexionando sobre la participación de las juventudes se dijo que en muchas regiones se nota la ausencia de líderes y organizaciones; así como desinterés en la política.

En cuanto a la renuncia del gabinete o del primer ministro, nos preguntamos qué beneficios tendría una actitud en ese sentido, se respondió que se trata de un problema complejo y de una profunda crisis del Estado y de su falta de representación de la sociedad civil. La pérdida de la institucionalidad iniciada en la época del gobierno de Fujimori, ha debilitado a los sindicatos y las organizaciones, y con ello la criminalización de la protesta y de la reacción organizada de la sociedad.

La ausencia de un modelo de desarrollo para la Amazonía, al igual que para otras regiones del país, se dijo es uno de los factores centrales en la generación del problema. Lo económico es un factor central alrededor del cual giran los problemas. Los movimientos étnicos en el país han estado al margen de las intervenciones políticas, pero con las reformas se han levantado y colocado en agenda la defensa de su territorio.

El Partido Aprista Peruano es un partido político que ha perdido su sentido ideológico de origen, abrazando peligrosamente el neoliberalismo como ideología bajo la fórmula del “perro del hortelano”, sin embargo en la práctica no cuenta con un plan para la articulación de una visión de país y presenta serias contradicciones internas. También se mencionó que el gobierno ha incumplido el Convenio 169 sobre derechos de los pueblos indígenas de la Organización Internacional del Trabajo, que el Perú ha ratificado desde 1993, reconociendo así el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados en todas las decisiones que les afecten, el respeto por sus territorios tradicionales y sus valores culturales.

En ciencias sociales y ciencias políticas se plantea que: Democracia = desarrollo económico = legitimidad política; sin embargo este enfoque deja de lado la dimensión de la cultura. Se mencionó que el monopolio de la violencia para la dominación legítima es la definición del monarca absoluto que derrama sangre sin culpa. Finalmente, se criticó que se atribuyera a intereses externos los procesos de articulación organizativa en la amazonía.

Desde la visión antropológica se habló de la necesidad de preguntarnos sobre ¿quiénes somos?, esto es filosofar sobre el ser humano. El mundo precolombino, se dice, tenía espacios de relación y actos simbólicos. El mundo moderno y la construcción de sus nacionalismos logra la inclusión de todos los sectores de su población. ¿Quién es el nativo? ¿Qué quiere el nativo? ¿Logran ejercer su ciudadanía los diferentes grupos indígenas insertos en la sociedad? Fueron algunas de las preguntas finales que se produjeron en el grupo, para reafirmar que falta mucho para llegar a establecer con claridad que el Estado sea políticamente incluyente con las poblaciones indígenas y campesinas. Finalmente coincidimos en que esperemos que haya mejores oportunidades de diálogo y entendimiento entre la sociedad civil y el Estado, con la participación de las diversas instituciones que garanticen los procesos de inclusión ciudadana.

Relatoría del 2 de junio

Por Roxana Lazo


La clase del 2 de junio continuó con el tema: La nación y la ciudadanía a partir de la modernidad y la construcción de los nacionalismos en Ecuador y Bolivia, por lo que en la primera parte se recordaron hechos históricos involucrados en la formación social de la nación ecuatoriana. En la segunda parte Eric Yactayo expuso lo referente a Bolivia de la lectura, de Xavier Albó, Movimientos y poder indígena en Bolivia, Ecuador y Perú.


NOTAS SOBRE ECUADOR


En 1534 se funda Quito y se instituyó la Real Audiencia de Quito con autonomía jurídica pero unas décadas después aparece un primer movimiento insurgente de criollos frente a las ordenanzas reales por la ley llamada de las alcabalas de 1592 que imponía impuesto sobre la coca de 5% y sobre los otros productos vendidos a los emporios y mercados del 2% (Stornaiolo: 1999)[1].

Durante la monarquía del rey Felipe V se decide reinstalar el Virreinato de Nueva Granada, en 1739, con los mismos territorios y derechos de la Real Cédula de 1717.

En la etapa independentista sudamericana en 1822 con la Batalla de Pichincha se integran a la Gran Colombia la Presidencia de Quito y la Provincia Libre de Guayaquil.

Durante su etapa Republicana tuvo en dos oportunidades de presidente al conservador Gabriel García Moreno que dada su radical posición tuvo enfrentamientos con los liberales. Entre las medidas de su gobierno están ordenar que se hiciera el primer censo nacional, sirviendo de base para que se pueda abrir luego el Registro Civil y confiar ciertas instituciones a la Iglesia como la educación.

Eloy Alfaro también fue presidente en dos oportunidades (1897-1901 y 1906-1911) pero a diferencia de García Moreno impuso una separación entre el Estado y la iglesia (educación laica gratuita, divorcio, matrimonio civil, etc.)


En clase se mencionó el análisis del sociólogo quiteño Andrés Guerrero quien analiza un tránsito de sujeto indio a ciudadano étnico marcado en dos momentos: 1830 – 1857 en el que los indios son tributarios de un Estado colonial-republicano que se convierten en “sujetos mediadores” (forma de representación ventríloca).


En este sentido es oportuna la cita Felipe Burbano de Lara quien resume lo dicho por Guerrero para el primer momento:

“Un primer momento va desde 1830 hasta 1857. En este período, los indígenas existen como ‘indios tributarios’. Se trata de una ‘clasificación étnica’ de la población que sigue un patrón colonial. A los indígenas se los registra, se los censa, se los clasifica, tienen una existencia concreta para el Estado. El Estado se pregunta dónde están, cuántos son. Hay un criterio étnico - político de distinción poblacional. El Estado, a la vez, pretende cumplir una función protectora de los indígenas como ‘clase menesterosa’, ‘desgraciada’”.

Y del segundo momento 1895 – 1964

“En este período desaparece el tributo indígena. Se elimina, por lo tanto, la clasificación étnica de la población por parte del Estado ecuatoriano. Los indígenas desaparecen de los registros estatales, incluso desaparece el discurso de protección sobre los indios; éstos son dejados al cuidado de una administración privada local, cuyos ejes son las haciendas y la Iglesia. Los indios quedan, como dice Guerrero, sometidos al ‘arbitrio de la costumbre’, fuera de una normativa especial fijada por el Estado”[2].

De otro lado también se mencionó que la Junta Militar decretó la expedición de la Reforma Agraria y Colonización el 11 de julio de 1964 originada, para el autor Galo Viteri[3], por cuatro hechos fundamentales:

-La presión del hombre sobre la tierra, especialmente en la zona andina como resultado de la concentración de la propiedad territorial y los problemas del minifundio como contrapartida de tal concentración.

-El advenimiento del proceso revolucionario de Cuba, como expresión de una situación sociopolítica generalizada en América Latina.

-La conformación de la Alianza para el Progreso, como respuesta al proceso cubano.

-La toma del poder político en el Ecuador por una dictadura militar (1963) que pone en vigencia la primera Ley de Reforma Agraria en el país.

Para el caso peruano, durante el gobierno de Prado (1956-1962) se esbozó un primer intento con la formación de una Comisión para la Reforma Agraria y la Vivienda y en el año 1963 el nuevo presidente Fernando Belaúnde Terry lo llevó a discusión pues fue uno de sus principales ofrecimientos como candidatos, promulgando así la Segunda Ley de Reforma Agraria (1964) y la tercera en 1969 con el gobierno de la Junta Militar.

Volviendo al Ecuador desde 1972 Ecuador inició sus exportaciones de petróleo crudo al mercado internacional. De otro lado, en 1985 surge la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) conformada por tres subdivisiones regionales; CONFENAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana), ECUARUANERI (Ecuador Runacunapac Riccharimui -confederación de los pueblos de nacionalidad kichua del Ecuador), región de la Sierra, y CONAICE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Costa de Ecuador).

De la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador surgen líderes como Luis Macas quien posteriormente entre otros, como Nina Pacari fundan el brazo político movimiento Pachakuti, Nuevo Amanecer. Siendo posteriormente ministros de agricultura el primero y canciller, la segunda, del gobierno de Lucio Gutiérrez, con acusaciones de corrupción en sus gobiernos aunque para algunos analistas fue su falta de experiencia en la administración.


IV CUMBRE CONTINENTAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS


Asimismo, en clase se comentó sobre la IV Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas del Abya Yala que se desarrolló en Puno del 27 al 31 de mayo, que reunió a miles de participantes de distintas regiones y países (en el que participó nuestro compañero de clases Ronal Carnelo) que permitió a diferentes movimientos exponer, desde las perspectivas de pueblos originarios, alternativas de gobernabilidad como la propuesta de estados plurinacionales comunitarios, fundamentados en el autogobierno y naciones originarias.


A continuación tres de sus propuestas:


Ofrecer una alternativa de vida frente a la civilización de la muerte, recogiendo nuestras raíces para proyectarnos al futuro, con nuestros principios y prácticas de equilibrio entre los hombres, mujeres, Madre Tierra, espiritualidades, culturas y pueblos, que denominamos Buen Vivir / Vivir Bien. Una diversidad de miles de civilizaciones con más de 40 mil años de historia que fueron invadidas y colonizadas por quienes, apenas cinco siglos después, nos están llevando al suicidio planetario. Defender la soberanía alimentaria, priorizando los cultivos nativos, el consumo interno y las economías comunitarias. Mandato para que nuestras organizaciones profundicen nuestras estrategias Buen Vivir y las ejerciten desde nuestros gobiernos comunitarios.


Construir Estados Plurinacionales Comunitarios, que se fundamenten en el autogobierno, la libre determinación de los pueblos, la reconstitución de los territorios y naciones originarias. Con sistemas legislativos, judiciales, electorales y políticas públicas interculturales, representación política como pueblos sin mediación de partidos políticos. Luchar por nuevas constituciones en todos aquellos países que aún no reconocen la plurinacionalidad. Estados Plurinacionales no solo para los pueblos indígenas, sino para todos los excluidos. Para Todos Todo y haciendo un llamado a los movimientos sociales y actores sociales para un diálogo intercultural, respetuoso y horizontal, que supere verticalismos e invisibilizaciones.


Reconstituir nuestros territorios ancestrales como fuente de nuestra identidad, espiritualidad, historia y futuro. Los pueblos y nuestros territorios somos uno solo. Rechazar todas las formas de parcelación, privatización, concesión, depredación y contaminación por parte de las industrias extractivas. Exigir la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, público, en lengua propia, de buena fe, a través de las organizaciones representativas de nuestros pueblos, no solo de los proyectos sino de toda política y norma de desarrollo nacional. Exigir la despenalización de la hoja de coca.


http://www.movimientos.org/enlacei/iv-cumbre-indigena/show_text.php3?key=14480


Análisis de la lectura de Xavier Albó sobre Movimientos Etnicos en Perú, Ecuador y Bolivia

Bolivia

Temas de debate para autor

1) el permanente juego y cruces entre la identidad étnica y la clase económica.

2) el contrapunto con género que atraviesa todo el conjunto.

3) concentra en la más audaz de las propuestas de los pueblos y organizaciones indígenas a saber su condición de “nacionalidades” o “naciones” dentro del Estado Nación, lo cual postula de alguna forma u otra una transformación de todo el Estado.

Hechos sociales que le permiten inferir lo arriba propuesto:

-De los censos se sabe que la mayor población es indígena ubicada mayoritariamente en La Paz con 7,8% (quechua) y 68,4% (aymara) y en Oruro 35,7 (quechua) y 37,2 (aymara). La mayoría de quienes se identifican como indígenas viven ya en ciudades pierden su idioma pero se siguen identificando con su pueblo.


El autor analiza los antecedentes:

-Menciona las antiguas audiencia de Cusco y de Charcas, con organización de ayllus y el pago de tributos.

-A partir de las Reformas borbónicas (mitad s. XVIII) rompe equilibrio con el levantamiento de Tupac Amaru y Katari en Charcas 1781 donde surgen Julián Apaza y Bartolina Sisa.

-Establecida la República: el tributo indígena es “contribución territorial”. En 1860 el tributo no era eficiente y se necesitaba tierras de ayllus.

-Se establece el siguiente discurso: propiedad comunal iba en contra de la libertad individual y capacidad de vender. Aumentan haciendas neo-feudales.

-Aparecen primeras alianzas políticas entre indígenas rebeldes y grupos criollos o mestizos disidentes en busca de

poder para salvar tierras. Se revisa papeles para sus derechos a propiedad y, en algunos casos, conocieron de su descendencia de caciques.

-La guerra del Chaco (1932-1935) permitió rebeliones desde Chuquisaca a La Paz pero creó crisis de identidad nacional. Ex combatientes se negaron a volver a condición de peones.

-En el Estado de 1952 se dio la Revolución Nacional (como la mexicana) proponiendo ser inclusivos y participativos. También se incentivó la marcha hacia Oriente (migración).

-Campesinos del Valle Alto de Cochabamba se apoderan de varias haciendas forzando al gobierno a la reforma Agraria (1953). Se da la sindicalización campesina y luego se afilia a la Central Obrera Boliviana (COB) bajo la hegemonía de la Federación Minera.

-La reforma se da desde abajo y arriba. Se multiplicaron propiedades individuales aunque en el norte de Potosí siguen ayllus. También se da el voto femenino y de analfabetos. La población rural antes excluida empezó a tener conciencia del “Estado-Nación”.

-En los años 60 los movimientos campesinos ya habían conseguido sus tierras pero existían pugnas entre los líderes sindicales campesinas. Momento que aprovechó Barrientos para cuidar su imagen con el campesinado por lo que ganó las elecciones en el 65. En el 67 aparecieron las guerrillas del Che Guevara con acogida entre los campesinos.

-En momentos del capitalismo agrario se pensó en el desarrollo del “nuevo oriente” que ya había sido lograda en la costa de países vecinos. Se construyeron caminos y se implementó x una doble vía en la llamada zona integrada de Santa Cruz (se quería instaurar empresas, agroindustrias, privadas o estatales). Se complementaría con el desarrollo de campos petroleros y ganadería (de aquí el éxito económico que logró Santa Cruz con respecto a otras regiones).

-En los años 60, jóvenes aymaras que estudiaban en La Paz volvieron a la reflexión: ¡seamos aymaras! Los primeros promotores provenían de las comunidades de Ayo Ayo donde había nacido y vivido el héroe del s. XVIII Tupaj Katari. Surge como líder Jenaro Flores que tuvo pasar al exilio. Se comenzaron a pasar radionovelas en aymara con la historia de Julián Apaza Tupaj Katari, se revaloró a las autoridades tradicionales y a su bandera wiphala.

-En el periodo del presidente Víctor Paz Estensoro y su ministro de economía Gonzalo “Goñi” Sánchez de Lozada presentan el decreto 21060 que introducía al país en la ola mundial del mercado neoliberal. En este contexto surge el énfasis étnico y lo indígena durante el cambio de paradigma estatal hacia la globalización neoliberal.

-Se producen reformas de segunda generación entre los años 1993-1997 donde se consolidan la Nueva Política Económica y le daban una cara más social y de respeto étnico. Dándose la ley de “Participación Popular” descentralizando a nivel municipal en todo el país, transfiriéndole mayores competencias, recursos y cierto margen de autonomía (se saldó una larga deuda al reconocer jurídicamente a las comunidades originarias que en Perú se hizo en 1932).

-Desde la perspectiva del nuevo modelo de globalización neoliberal, su punto central era establecer una norma clara que ampliara y regulara un mercado abierto y transparente de tierras. Sin embargo existía una compleja realidad multiétnica. El presidente Banzer desde 1997 le tocó aplicar la ley.

-Desde los años 70 empezó el auge internacional de la cocaína, la región del Chapare-Chimoré en Cochabamba pasó a ser la región rural de frontera agrícola por ser un área apropiada para la producción de hoja de coca, de múltiples usos culturales pero con un auge y aumento de precio en el mercado por el narcotráfico.

-Víctor Paz elaboró un Plan Trienal de Lucha contra el Narcotráfico, parte parte del paquete económico presentado a la Cooperación Internacional para su nueva política económica. Su concreción final fue la tan mentada Ley 1008, prácticamente dictada desde los EE.UU. y aprobada en tiempo récord en el Congreso.

-El mero hecho de juntar allí, en un mismo instrumento jurídico narcotráfico y producción de coca, dio un nuevo impulso a este movimiento que a su vez, recibía la inyección de ex dirigentes mineros relocalizados. Distinguía entre zonas productivas tradicionales (Yungas) cuya hoja se presuponía destinada a los usos tradicionales, y las zonas excedentarias, particularmente el Chapare-Chimoré, cuya hoja se suponía para la producción de cocaína. Asimismo hubo presencia del ejército y hasta militares norteamericanos.

-En los siguientes gobiernos hubo intentos de Jaime Paz (1989-1993) para flexibilizar la situación con su lema “coca por desarrollo”.

-En Chapare el liderazgo de Evo Morales se fue consolidando en todos esos años. Joven aymara, nacido en 1959, su primer cargo en el sindicato local San Francisco fue como secretario de deportes.

-Hubo bloqueos cocaleros y de aymaras por forcejeo interno dentro de la CSUTCB por hegemonía entre Evo y Felipe Quispe.

-Se dio una dualidad representada por Felipe Quispe (“indio permitido”) quien funda su propio partido Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) y del otro Evo Morales con su partido era el “indio alzado” que los confronta hasta que en el 2005 Evo Morales alcanza un inaudito 53,7 en las elecciones de diciembre y tenía la posibilidad de gobernar sin necesidad de permanentes componendas. Tomando su cargo en las ruinas de Tiwanaku con un minuto de silencio por personajes como Tupaj Katari y su esposa Bartolina Sisa y Tupaj Amaru (aunque esos personajes escenificaron sus resistencia en territorios que ya no eran boliviano) hasta mártires de la resistencia.



[1] Ecuador: anatomía de un país en transición.

[2] La producción de lo étnico en el Ecuador.

[3] Reforma Agracia en Ecuador

Relatoría del 16 de Junio


Por Jorge Muñoz


Novena semana, acumulación de lecturas. Jalón de orejas por los resúmenes faltos, felicitaciones a los cumplidores, correcciones de rigor, elogio a los sobresalientes. Prosiguen las exposiciones. Comienza Miluska, que le toca la lectura sobre el proceso seguido en el hermano país del Ecuador, escrita por el historiador Andrés Guerrero (referencias bibliográficas de ésta y las otras lecturas abajo, en el post inicial). Por lo tomado nota, lo que se intentaría seguir es una secuencia de tres momentos en el devenir del estatuto indígena, según el avance de los procesos sociales y las modificaciones estructurales conseguidas, no fácilmente, a saber: el paso sucesivo de la condición de indio tributario, a sujeto indio, y a ciudadano étnico. Secuencia que envolvería el área andina, en el caso ecuatoriano, presenta dos hitos históricos, al momento de escribirse el artículo (1993): las manifestaciones de la FEI de 1967 y el levantamiento organizado por la CONAIE en 1990, hitos inscritos en una cronología, presumiblemente lo fundamental del aporte del autor, contextualizada en un escenario de fortaleza de poderes locales y en una relación estado-población indígena marcada por la delegación de funciones de lo público hacia lo privado-doméstico. Política consabida de voltear la cara, hacer oídos sordos, o la de la contraparte de “representación ventrílocua”, según sugerente expresión remarcada en la exposición.


Lo destacable del caso ecuatoriano, sería pues, en suma, la constitución a largo plazo de una organización propia, la capacidad de organizarse para el reclamo de reformas. No obstante, acota Miluska como falencia de la lectura, no se resalta lo suficiente el rol de los agentes pastorales a pequeña escala, según notó en una oportunidad de acercamiento presencial. Ya en las intervenciones, Delia intentó dar cuenta de lo ocurrido posteriormente a partir de la coalición con Gutiérrez, señalando algo frecuentemente olvidado, que es que se va aprendiendo en el camino. A continuación hizo notar un hueco en el cuadro cronológico (1857-1895), pasado por alto, no sabemos si por la expositora o por la historiografía. Walter comentó acerca de la dualidad étnico-campesina, a partir de lo que se entiende por “pueblo”, trayendo a colación la lectura de Muratorio, mientras que Eric sugirió ahondar más en el papel jugado por la partidocracia, en su acercamiento, asimilación y utilización de la problemática indígena. Orientándose a esto, Fabiola consideró necesario recordar en general el sello impreso de los procesos de reforma agraria en la formación de organizaciones políticas, nacionales y locales. Por último pero no menos importante, se señaló el hecho chocolateador, modo culinario de referencia al proceso de cholificación, referido por Quijano, más marcado en Ecuador y Perú, que en Bolivia.


La siguiente lectura, la de Florencia Mallon, intento ambicioso, de riqueza innegable, inspirado en los estudios subalternos, de abordaje teórico y de estudio de caso de la construcción de la nación “desde abajo” (por partida doble también, en la comparación de los casos de México y Perú), fue presentada por Ronald y que quizás por contenido, hubiera venido mejor después de la de Chatterjee. Esto teniendo en cuenta sus objetivos, de descentramiento, como postula, tanto del proceso histórico como de la política del nacionalismo. Pasamos de abocarnos mayormente en el siglo XX al “largo siglo XIX”. Quizás lo más provechoso, como se resaltó en la exposición, además de la periodificación de etapas sea la dotación de ideas, conceptos y categorías, que de cierto modo puntualizan el marco interpretativo del acercamiento a estos problemas: pactos de dominación, hegemonía comunal, proceso y resultado hegemónico, prácticas discursivas comunales, intelectual local, son algunos que van quedando. Siendo que no son sólo los grupos dominantes quienes construyen las naciones, y que los campesinos, y otros sectores subalternos, participan en el proceso de “imaginar, debatir, definir y cambiar a las naciones”, como se ha dicho; pues un abordaje tal, sin desligar la dinámica central, “desde arriba”, como resultaría obvio, no hace más que enriquecer el debate. (…contrastar Gramsci con Tocqueville, como algo se sugiere, si viene a cuento, en la introducción de Aljovín y Jacobsen 2007 “Culturas políticas en los Andes….).


Ya sobre la hora, y quedándonos en México, María Inés, nos daba cuenta de la situación a nivel de los municipios indígenas, centrándose en la experiencia en torno a la reivindicación de autonomía en Oaxaca y Guerrero. Se enfatiza aquí la articulación con el proceso político central: la apertura del sistema político y el desarrollo del multipartidismo, esto es, la emergencia de partidos de oposición con llegada al nivel local, que sumada a la llegada de recursos y apoyo financiero a los municipios indígenas por los programas sociales, tuvieron efectos en la organización interna de los municipios, estando en formación, según se dice, un “movimiento municipalista”, con miras a una redefinición de la división territorial.